El establecimiento de alianzas mejoraría el éxito de las empresas ourensanas en la exportación

El presidente de la CEO proclama su apuesta por la internacionalización

Las empresas deben mirar al mercado internacional como una de las estrategias de consolidación de su actividad y de crecimiento, que abre la puerta a poder sortear los efectos de las crisis económicas y financieras, a través de mercados alternativos a las zonas más afectadas. El problema es que también en este ámbito la situación es cambiante. Lo dijo ayer Jesús Albizu Soriano en un taller sobre “¿Cómo calcular los precios de exportación y cómo saber la rentabilidad que se obtiene? Estrategia de precios y configuración de tarifas”, desarrollado en la CEO y que ha resultado de gran interés.

Albizu Soriano es experto en internacionalización, licenciado en Ciencias Empresariales y Administración de Empresas por Deusto, postgrado en Minnesota (USA) y Goteboerg (Suecia); experto en economía interncional, especializado en diseño de metodologías para la internacionalización de pymes, con experiencia en diseño de programas y ejecución de los mismos en 17 países. Ha sido ponente en más de 150 foros o seminarios, con intervenciones frecuentes como profesor invitado en cursos y programas relacionados con las pyme y el comercio exterior.

A lo largo de la jornada, el ponente trasladó un importante volumen de información sobre estrategias de exportación y las herramientas precisas para fijar los precios más adecuados que ayuden al éxito de la operación u operaciones. En la contextualización de su intervención apuntó un buen número de ideas interesantes, por ejemplo que el viejo concepto de “exportar es ahora mismo una idea caduca”, que dio paso “a la internacionalización, que es un término más amplio que el simple de vender fuera”.

Jesús Albizu, que conoce Ourense por haber ofrecido ya otras conferencias, manifestó que “uno de los grandes problemas de las empresas ourensanas para poder exportar con éxito es la falta de tamaño. Por eso deben suplirlo con la asociación entre ellas”, lo que les permitiría incrementar el volumen de las operaciones, ganar capacidad de negociación disminuyendo los riesgos e incrementando los beneficios.

Apuntó que “la falta de formación para calcular precios de exportación lleva a grandes errores”. Los más frecuentes son “andar hacia arriba o hacia abajo hasta dar con la cifra adecuada para lograr vender; el problema es que en ese camino nos dejamos muchas plumas y tiempo”, por eso admitiendo que “todo el mundo se equivoca, el secreto reside en aprender pronto”.

El ponente hizo un detenido repaso por todas las variables que intervienen en la venta de productos en el exterior. En el establecimiento de precios habló de moneda, incoterms (términos para el comercio internacional a través del que se fijan las condiciones para entrega de la mercancía y cobro de la misma) y los plazos y medios de pago, que pasan por el cobro adelantado, cobro después de entregar la mercancía, que son las fórmulas de mayor riesgo; el crédito documentario, que reduce riesgos, pero encarece las operaciones en un 6-7% y que se utiliza sobre todo en las grandes obras de ingeniería; o la remesa documentaria, que deja la documentación de la mercancía en manos de un banco y que éste entrega cuando se efectua el pago de la misma. Es un método seguro y más barato que el anterior.

Jesús Albizu apuntó aún dos cuestiones básicas a tener en cuenta: la primera que “modificar los precios es una cuestión simple, pero peligrosa”, puesto que si adoptas la estrategia de “bajarlos mucho, después resulta dificilísimo volver a subirlos”; la segunda, que “si una empresa tiene clientes fijos a los que envía su mercancía, es muy importante dominar el transporte, pues da seguridad y reduce riesgos”.
La presentación del conferenciante corrió a cargo del presidente de la CEO, José Manuel Pérez Canal, quien destacó la “firme convicción” de la entidad que preside en que “el futuro empresarial debe contemplar el acceso a los mercados internacionales como una estrategia imprescindible, pues además de ser una forma de incrementar ventas y ampliar volumen de negocio, durante épocas de crisis como la que nos ha afectado de forma tan dura y directa a lo largo de los últimos años, constituye una alternativa para sortear el parón interno y contribuir decisivamente a la supervivencia”.

Añadió que “en Ourense hay ejemplos de iniciativas que cuentan ya con experiencia a través de ese camino, pero debemos trabajar para que crezcan, porque tenemos empresas y empresarios solventes y capaces de abordar ese salto con garantías de éxito en forma de resultados positivos”.

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