Mario Rigau desvela las oportunidades de negocio en Argelia y Marruecos para las empresas ourensanas

Argelia es un país de gran interés para las empresas españolas, por su potencial y capacidad económica en un marco de estabilidad política y social, y de seguridad jurídica, según afirmó Mario Rigau Oliveras, presidente de “Global Approach Company”, y gran conocedor de Argelia y Marruecos desde el ámbito económico. Rigau actuó como ponente en una jornada titulada “Argelia y Marruecos: claves para el éxito empresarial”, que tuvo lugar en Expourense, organizada por la CEO, en el marco de la feria “O Polígono nunca visto”, conmemorativa del cincuentenario del polígono de San Cibrao.

La presentación del ponente corrió a cargo del presidente de la Confederación Empresarial de Ourense, José Manuel Pérez Canal, quien destacó el currículum de Mario Rigau que le sitúa como “reconocido experto en la expansión de empresas en Argelia y Marruecos”, que ahora mismo trabaja en un convenio con el clúster agroalimentario y de bebidas argelino, impulsado por el Ministerio de Industria de ese país y que, además, es presidente de la Asociación de Amistad España-Argelia, según puso de manifiesto Pérez Canal.

Mario Rigau dedicó gran parte de su intervención a hablar de Argelia, “puesto que Marruecos es un país mucho más conocido por todos, en tanto que Argelia es todavía un gran desconocido”. Dio algunas cifras básicas para situar a los asistentes, como que la deuda pública argelina es de 14.117 millones de euros, que representa el 8% de su PIB y unos 363 euros per cápita, comparándola con la española que asciende a 1.033.741 millones de euros y alcanza el 99% de nuestro PIB y 22.261 euros per cápita.

Se trata de un país rico hidrocarburos y petróleo, que cuenta, además, con importantes bolsas de agua en el subsuelo. En este momento “están tratando de abrir la economía más allá de esos sectores tradicionales, pues hay una gran demanda de productos del exterior”, lo cual “significa una buena oportunidad para las empresas españolas”.  En este sentido, advirtió, sin embargo, que “es preciso hacer un buen análisis de la situación y saber si lo que queremos vender o fabricar es realmente lo que demanda el mercado argelino”.

Recomendó la humildad para tratar de hacer negocios en el Magreb. “No somos más listos, aunque nos lo parezca y lo creamos así; simplemente, son sociedades distintas con claves distintas. La clave del éxito reside en generar confianza personal, pues conceden gran importancia al grado de conocimiento y solvencia profesional de sus posibles socios o proveedores”.

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